¿Cuáles Son Los Dones Y Los Frutos Del Espíritu Santo?

Los dones y frutos del espíritu santo son las destrezas que se le ha entregado al hombre para que pueda desenvolverse como ciudadanos ejemplares en la vida cotidiana y ser del agrado de Dios, logrando su alabanza y misericordia. Los dones son los poderes o disposiciones que ha recibido cada hombre y le permiten actuar bajo la guía del Espíritu Santo, es decir, seguir sus pasos bajo confianza plena y sin ningún tipo de restricción.

Por su parte, los frutos son todos aquellos obsequios que recibe cada persona, perfeccionando su alma para que actúen y piensen conforme a los deseos de Dios y sean dignos de alcanzar la misericordia y la gloria eterna. Para los cristianos es importante identificar cuáles son los dones y frutos del Espíritu Santo  con el fin de desarrollarlos y tenerlos presentes en su día a día, buscando actuar conforme a los deseos de Dios por medio de la acción de su Espíritu para lograr su gracia y sus favores.

Índice

¿Qué son los dones del Espíritu Santo?dones y los frutos del espíritu santo

Los dones del Espíritu Santo son todas aquellas prácticas extraordinarias que el hombre tiene a su disposición para cumplir de forma natural y eficaz los deseos e inspiraciones dadas por el Espíritu Santo, esto para regir la vida de cada persona de acuerdo a los objetivos o fines de Dios.

Según las Sagradas Escrituras, los dones del Espíritu Santo son 7, los cuales son el don de sabiduría, el don de entendimiento o inteligencia, don de consejo, don de fortaleza, don de ciencia, don de piedad y don de temor de Dios, estando interconectados entre si y presentes en todos los hombres  (Isaías 11, 1-2).

¿Cuáles son los dones del Espíritu Santo?

  1. El don de Sabiduría: es el que le permite a cada hombre apreciar las cosas en su entorno y valorarlas, ya que reconocen que son obras divinas de Dios. Con este don el alma de cada persona se conecta con el conocimiento divino del Padre, familiarizándose y experimentando cosas nuevas para iluminarse con el Espíritu de Dios.
  2. El don de la Inteligencia o Entendimiento: es el que le permite a cada hombre acercarse a Dios mediante la contemplación de sus obras. Le facilita a cada persona comprender las verdades de Dios y profundizarlas para conocerlas y entenderlas a fondo.
  3. El don de Consejo: es el que le permite al hombre actuar con acierto de acuerdo a las decisiones de Dios, teniendo la capacidad de aconsejar a otras personas conforme a la voluntad divina. Este don ilumina la conciencia de las personas para tomar decisiones sabias y diferenciar las cosas malas de las buenas para rechazar todo aquello que se oponga a la salvación del alma.
  4. El don de Fortaleza: es la fuerza sobrenatural que se le concede al hombre para ser perseverantes, no desistir ante las adversidades y superar todo obstáculo y acto maligno que se presente en el día a día.
  5. El don de la Ciencia: es el que ilumina a cada hombre con la luz del cristianismo para sostener su creencia en Dios, dándole acceso al conocimiento de su creador, así como identificar todas aquellas cosas buenas y malas presentes en el entorno que puedan interferir con la salvación.
  6. El don de Piedad: es el que le permite al hombre ser misericordioso, evitando la frialdad en sus corazones mediante el calor proporcionado por la fe derramada sobre el alma por obra del Espíritu Santo. Este don busca mejorar la relación con el prójimo, eliminando todo sentimiento de tensión que pueda afectar el perdón, la comprensión, la tolerancia y la nobleza del corazón.
  7. El don de Temor: es el que promueve la salvación de los hombres del pecado y orgullo, reconociendo la importancia de la gracia de Dios en la vida de cada hombre, así como su misericordia. Es el temor o remordimiento por fallar u ofender a Dios y las consecuencias de sus castigos por las acciones que atenten contra él.

¿Qué son los frutos del Espíritu Santo?

Los frutos del Espíritu Santo son todos aquellos obsequios divinos dados al hombre para  llenarlo de perfección, brindándole la oportunidad de disfrutar de la gloria eterna y poder alabar a Dios en su trono gracias a sus acciones en la tierra.

Según las Sagradas Escrituras, los frutos del Espíritu Santo son 12, los cuales son la caridad,  el gozo, la paz, la paciencia, la longanimidad, la bondad, la benignidad, la mansedumbre, la fidelidad, la modestia, la continencia y la castidad, siendo percibidos a lo largo de la vida luego de obtener los dones del Espíritu Santo (Gálatas 5:23-23).

¿Cuáles son los frutos del Espíritu Santo?

    1. Fruto de Caridad: es el que le permite a cada hombre ver la gracia de Dios sobre las demás personas, llevándolo a ayudarlos desinteresadamente, a pesar de que represente un sacrificio personal.
    2. Fruto de Gozo: es el que resplandece el alma de cada hombre, llenándolo de amor y motivación para ser felices y buscar transmitir esa sensación a las demás personas. Este fruto impulsa a los hombres a ser agradables en su entorno, mejorando la comunicación con los demás y con Dios.
    3. Fruto de Paz: es el que le proporciona serenidad a los hombres, ayudándolos a mantener la calma en los momentos adversos que puedan alterar la felicidad o perturbar el alma de la persona, llenándola de alegría y firmeza ante todo momento.
    4. Fruto de Paciencia: es el que le permite a los hombres mantener y controlar su estado de ánimo y su carácter, moderando la tristeza y evitando los sentimientos de resentimiento o venganza que se puedan generar ante circunstancias adversas. Este fruto promueve las relaciones interpersonales y fomenta el sentido de perseverancia de los hombres, evitando quejarse por las adversidades presentes y generando motivación para luchar por lo que tanto desea.
    5. Fruto de Longanimidad: es el que le permite a los hombres permanecer serenos ante las adversidades presentadas en la vida, evitando quejase por los problemas y aceptarlos como una prueba para continuar y preservar en la vida. Este fruto promueve el coraje de cada hombre ante los sufrimientos o problemas, dándole la capacidad de mantener la calma y esperar por la misericordia de Dios.
    6. Fruto de Benignidad: es el que promueve la paciencia y gentileza en los hombres, evitando discusiones sin sentido que puedan afectar las relaciones interpersonales. Este fruto le da a los hombres la capacidad de comunicarse y debatir ideas sabiamente, sin ofender ni atacar al prójimo ya que fomenta tolerancia y amabilidad, dejando a un lado todo rencor o resentimiento.
    7. Fruto de Bondad: es el que impulsa al hombre a ayudar a los demás e involucrarlos en acciones buenas para mejorar sus vidas, evitando a condenar o criticar a las personas por sus actos, sean buenos o no. Se considera el resultado de la benignidad pero con un mayor énfasis en aquellos que necesiten ayuda para salvar su alma o atravesar malos momentos.
    8. Fruto de Mansedumbre: es el que promueve la sumisión y humildad, ayudando a evitar o moderar las acciones violentas y la cólera. Este fruto se opone a sentimientos de odio, rencor o ira, ayudando a evitar los pensamientos vengativos o deseos de mal contra otra persona.
    9. Fruto de Fe o Fidelidad: es el que le da impulso a defender las creencias en público sin importarle los comentarios de otras personas porque no se siente avergonzado de Dios ni siente miedo de presentarlo como su salvador. Este fruto ayuda a mejorar la fe y aceptar las acciones divinas, afianzándose a ellos sin dudar de su veracidad aunque no pueda percibirlas.
    10. Fruto de Modestia: es el que le permite al hombre ser discreto y evaluar sus acciones para evitar caer en pecado u ofender a otra persona, evadiendo pensamientos o acciones indecentes y vulgares que puedan afectar el alma y con esto la relación con Dios.
    11. Fruto de Templanza o Continencia: es el que le permite al hombre evitar todas aquellas acciones de lujuria o placer terrenal, como lo son comer, beber y divertirse en exceso. Este fruto ayuda a mantener en orden las acciones del hombre, sin abusar de la libertad para disfrutar de placeres terrenales que lleven a la lujuria.
    12. Fruto de Castidad: es el que le permite al hombre ser casto y mantener su pureza en cuanto a la sexualidad y los deseos terrenales de la carne y sus derivados. Este fruto permite una relación íntima con Dios, garantizando un corazón limpio al reflejar un santuario vivo del Espíritu Santo.

Los dones y frutos del Espíritu Santo son aquellos obsequios que el hombre obtiene a lo largo de su vida, llenándolo de perfección para obtener el agrado de Dios y ser dignos de la gloria eterna y de obtener la gracia del Padre.

Los dones del Espíritu Santo son las habilidades tiene cada persona y las caracterizan en su forma de ser, relacionadas en muchos casos a sus logros y alcances terrenales que los llevan a tener el elogio o admiración de las personas en su entorno por la sabiduría o su capacitación en áreas determinadas.

Por su parte, los frutos del Espíritu Santo están más relacionados con la relación de cada hombre con Dios y con su entorno, siendo adquiridos a lo largo de la vida pero que, a diferencia de los dones, no se desarrollan en su totalidad en todas las personas.

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