Oración Al Espíritu Santo Para Obtener Un Milagro
En ocasiones necesitamos el aliento, la salvación, que venga Dios en nuestra ayuda. Diversas circunstancias nos llevan a la aflicción: una enfermedad, el deterioro de nuestra familia, y otras que nos hacen perder la paciencia.
Ese don que en nuestro Señor abunda. Es por eso que en esta oportunidad queremos mostrarles una oración al espíritu santo para obtener un milagro. Una plegaria poderosa que nos permitirá establecer ese diálogo espiritual con Jehová.
Oración al Espíritu Santo para obtener un milagro
¡Oh Señor! cuán bondadoso eres.
Trae a este tu hijo tus más hermosos dones.
Santo Espíritu, divino Espíritu,
hoy y siempre, me entrego a tu amor grande como el universo
A tus brazos recurro
Tu socorro vengo a rogar.
Ayúdame Señor mío, que estás en el cielo y la tierraA emerger de las difíciles circunstancias en las que me encuentro,
A asomar mi corazón vivo y sacarlo de las aguas pútridas
Que quieren ahogarlo
Ayúdame Señor a salir de los problemas
que son para mí difíciles de resolver,tienes toda mi fe y esperanza en ti,
Mi fe moverá las montañas por ti
Porque en ti creo
En tu misericordia mi Señor, yo confío
Porque eres único y más grande Ser
El que más allá de cualquier sed, cualquier tristeza, cualquier dolor
Viene a rescatar a sus hijos de la miseria que les ata
y confío en que escucharás mis súplicas,Y me sanarás de cualquier enfermedad
Y me apoyarás en la solución de mis problemas
Escucha mis plegarias, Señor
dame tu bendición y tu gracia
Para lograr romper las cadenas que me atan a esta enfermedad
O a los problemas que nos hacen entristecer
Que me hacen perder las esperanzas
Te ruego Padre mío concédeme el milagro de la vida
El milagro de la felicidad junto a mi familia
te lo pido, dame la bendición para lograr lo que necesito.Santo Espíritu,
Mi amor por ti es grande
Tan grande como la inmensidad de los mares que creaste
y te bendigo y te ofrendo mi vida para que hagas con ella lo que preparaste para mí
Señor concédeme tu consuelo infinito
Haz de mí una iglesia para tu hijo Jesús
Dame la fortaleza que necesito para caminar
Dame un corazón repleto de virtudes y dones,
ilumina y traza un camino en mi vida,
bendíceme hoy, mañana y siempre,Y yo te retribuiré con mi amor eternote glorificaré y te agradeceré eternamente.
Ven Señor a nosotros, Santo Espíritu,
Ven a mi familia y sálvala de la crisis
Sálvala de la oscuridad que a veces la empaña
Te ruego que me des luz, fortaleza, consuelo,
Hazme instrumento de tu palabra pero también alguien fuerte
Capaz de caminar erguido
Con una defensa impenetrable,
Y a los míos, a mi prójimo Padre nuestro
También otórgales las bendiciones que nacen de tu corazón
llena sus corazones de regocijo,
quema con tu fuego y tu ira todo mal sentimientoY ayúdanos a limpiarnos del mal
A encontrarle salida a los temores que nos rodean
A eliminar la violencia en nuestro país
Señor, confiérenos el don del perdón
Para que así todo lo que nos proponemos surja en tu paz
Para que sólo habiten las llamas de tu amor,
tu pasión y tu poder de sanación.Dame la ayuda que necesito,
bríndame tu mano milagrosa,
y así podré alcanzar lo que me proponga,
porque tú y el Señor todopoderoso son uno.En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén y amén.
Espíritu Santo
El espíritu santo de Dios es su poder, o fuerza, en acción (Miqueas 3:8; Lucas 1:35). Cuando Dios envía su espíritu, proyecta, o dirige, su energía hacia un lugar en concreto —sea donde sea— para que se cumpla su voluntad (Salmo 104:30; 139:7).
El Espíritu santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad. Es la acción o presencia de Dios en nuestros alrededores. Es la manera en que trasciende en nuestros corazones. Es aliento, fuerza vital, poder en acción de nuestro Señor.
En relación a lo anterior, podemos decir que el espíritu de Dios es como el viento en el mar, invisible, pero produce un efecto poderoso sobre la arena y las olas. Y que nos viene de Él en cualquier forma.
Entonces, de allí que alcemos plegarias para que venga el espíritu santo en nombre de nuestro Dios y nos ayude a salir de aquellos problemas que nos aquejan y que por sí solos, no podemos resolver. Sea cual sea la situación que afrontamos, en algunos momentos, somos capaces de darles salida, pero cuando nos exasperamos, lo mejor es la intervención celestial y divina.
Prepararse para invocar el Espíritu Santo
Para concertar un buen momento para nuestra conversación con Dios debemos iniciar por adoptar posturas reverenciales a nuestro Señor, alzar nuestras manos al cielo, y recibir el sol que nos ilumina, la luz que Él nos envía.
La brisa que sopla y se cuela por las ventanas de nuestro hogar. Emerge su fuerza de las aguas del mar, de cada grano de tierra que conforman los suelos. Porque nuestro Padre creador está presente allí. Sobre todo llamarlo desde nuestro corazón.
Seguidamente, procedemos a recibirlo en nuestra casa, y pese a que no podemos verlo, lo sentiremos. Hará efecto en nuestros corazones. Sentiremos una especie de energía o poder que nos viene de cada rincón. Y levantamos plegarias.
Plegaria por un milagro
La intervención divina nos concederá sus favores. El Espíritu Santo es nuestro mayor refuerzo, de Él viene toda la Gloria, que no podemos lograr nosotros. Debemos entregar nuestros corazones a Dios, para que el milagro pueda darse.
Y pedirlo con fe, con esa fuerza indescriptible que mueve montañas. En ese sentido, esa misma fuerza con las que pedimos un milagro, nos conducirá a obtener la gran ayuda divina con la que saldremos de esas situaciones que nos aturden.
Otra de las fuerzas espléndidas es la más hermosa obra de Dios, el amor. Cuando sentimos amor sincero hacia Dios y necesitamos algo que sólo de Él puede venir, de esa forma tendremos su misericordia, la compasión que por naturaleza lleva en su gran corazón, y además, al no querernos ver sufrir, nos concederá lo que pedimos en nuestras plegarias.
Es el Espíritu Santo él obra por Dios para nosotros. Hace maravillas en la tierra, nos salva de lo que puede dañarnos.
Ejercicio para alzar plegarias al Espíritu Santo por un milagro
Este ejercicio nos ayudará a alzar una poderosa oración al Espíritu Santo, para rogar por los milagros que requerimos para sanar, o solventar cualquier situación.
- Cerremos los ojos e imaginemos que del mar o de las plantas que nos rodean en casa, sale el Espíritu de nuestros Señor.
- Recapacitemos en cuanto a su presencia en todas las cosas.
- Abordemos nuestro corazón y respiremos el amor que se hace profundo en el aire.
- Miremos tras las ventanas el cielo. Brilla o viene lluvia, ahí está Él presente.
- Ahora procedamos a repetir las palabras de esta hermosa oración que les traemos.
- Debemos hacerlo pensando siempre en aquél problema que queremos resolver.
- La Gloria de Dios es grande y por consiguiente, podemos realizar esta oración pensando en que ya está concedido nuestro milagro.
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