Oración Para Bendecir Y Proteger Mi Casa

La casa de toda familia es el sitio donde debe prevalecer en todo momento la comunicación, la armonía, el respeto, el afecto, las buenas costumbres, la solidaridad, la unión, la bondad y el amor. En este sentido, es de suma importancia practicar una oración para mi casa, por cuanto al pedirle a Dios Todopoderoso que ilumine con su sagrada y bendita luz el hogar, este se encontrará protegido y bendecido, generando un importante bienestar en todos y cada uno de sus habitantes.

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Oración para mi casaOración para mi casa

Oración para bendecir y proteger mi casa
Mi adorado y venerado padre te pido que nunca desampares a mi casa, que es tu casa también, ya que siempre estas presente de una manera espiritual en todos y cada uno de sus espacios.

Te ruego mi Dios que intercedas con el poder de tu misericordia a los fines de que nunca falte la felicidad y la armonía en mi casa y que alejes en todo momento las malas energías que quieran invadir la tranquilidad y el amor del hogar.

Te pido mi Santo Padre que guíes a mis padres, a mis hermanos, a mis primos, a mis tíos, a mis hijos y sobrinos por el camino del bien y que siempre vean en nuestra casa el lugar ideal para permanecer cada día de la existencia.

También te pido mi señor que cuides a mi casa de cualquier alteración de la madre naturaleza, estoy seguro que tu deseas la protección de todos nosotros y por ello te he entregado y te entregaré siempre toda mi confianza, respeto y admiración.

Puedes estar seguro que mi casa es tú casa también mi amado padre, de manera constante y religiosa todos los que habitamos en ella pregonamos y predicamos tu palabra y tu mensaje que se encuentra cargado de amor, esperanza, conciliación, bondad, justicia, respeto e igualdad.

Dejo en tus poderosas manos mi señor la protección de mi casa, que la hemos podido sacar adelante con mucho esfuerzo, dedicación y constante trabajo, que son valores que hemos aprendido gracias a ti mí venerado padre.

En ti confío y confiaré siempre, por ello cubre mi casa con tu manto sagrado y bendito y sé que todo estará bien en todo momento, te amo infinitamente mi Dios, bendíceme y bendice mi hogar, Amén.

El amor de la familia

Todo casa tiene sus propias creencias y costumbres, así como cada uno de los miembros de la familia que habita en ella tiene su propia forma de pensar y opinar. Por ello, es importante la comunicación y el respeto entre todos, ya que es lo que va a permitir una sana y correcta convivencia.

Todos los seres humanos son de por sí muy complejos, ya que cada uno tiene su propia personalidad y actitud. Por ello en ocasiones la convivencia en la casa no resulta nada fácil ni sencilla, ya que existen multiplicidad de caracteres tratando quererse y entenderse.

En este sentido, se debe acudir a la ayuda y a los consejos del Santo Padre, para que ilumine el camino a los fines de encontrar las formas necesarias que permitan convivir en paz y felicidad. De la mano del señor todo es posible y cuando se trata de la familia el Jefe Supremo intercede con mucha fuerza, ya que la familia es sagrada.

Una casa con una familia feliz y unida es el sitio ideal para toda persona, ya que se convierte en el lugar donde se quiere estar en todo momento y la energía que se siente en su interior es positiva y cargada de buenas vibras que purifican y alimentan al alma y al espíritu de manera tal que estos se sienten reconfortados y en absoluta paz.

Se debe estar agradecido por la fortuna de contar con una casa

No todos los hijos de Dios tienen la dicha de contar con una casa propia. En los momentos actuales donde el mundo se encuentra tan convulsionado y sus dirigentes se enfocan en otros intereses, muchas personas sufren la desdicha de no contar con el calor de un hogar.

Desde temprana edad la casa es el punto de referencia que marcará la personalidad de todo ser humano, por cuanto la formación que se reciba en su interior es primordial y definitiva en la existencia.

Si se tiene una casa donde impera el respeto, la equidad, la comunicación y el amor, la actitud y el comportamiento en el mundo exterior será el ideal, por cuanto todo ser humano es el reflejo de su hogar cuando socializa con las demás personas.

En este sentido, se debe agradecer a Dios en todo momento la dicha de poder contar con una casa y se le debe orar a los fines de que nunca desampare a ese hogar. Si el señor percibe sinceridad en esa plegaria se puede tener la plena seguridad y absoluta convicción de que el jefe supremo de la humanidad siempre protegerá bajo el poder y la fuerza de su manto a ese hogar.

En la casa nunca debe faltar la palabra de Dios

En todo hogar creyente y fiel de la palabra y obra del Santo Padre siempre debe prevalecer ese espíritu de creencia, esperanza y fe. Se le debe inculcar a los más pequeños de la casa el amor infinito hacia Dios, a los fines de que su misericordia siempre se encuentre presente y los bendiga y proteja a todos.

Para el señor la familia es de mucha importancia, la felicidad de todos sus hijos es uno de sus principales mandamientos, por cuanto el creo a la humanidad entera para que convivieran en absoluta armonía y se respetaran y apoyaran los unos a los otros sin ningún tipo de interés material.

Si el espíritu del señor siempre se encuentra presente en esa casa de familia allí nunca faltará nada, todo lo contrario, siempre reinará el amor, el afecto, el apoyo, el respeto, el deber ser, las buenas costumbres, los modales correctos y apropiados y la responsabilidad.

Toda casa bendecida por la palabra de Dios Todopoderoso es un hogar feliz y todos sus integrantes siempre vivirán en victoria. La fuerza del espíritu santo nunca abandona las casas que aman y llevan a Dios en su corazón, por ello es sumamente importante y vital estar en perfecta conexión con la palabra santa de Dios Padre.

La pureza de la casa de familia

Todo hogar de familia es el lugar ideal para consolidar el amor infinito que se siente por Dios Todopoderoso, por ello se debe practicar con constancia una oración para la casa, a los fines de que siempre reine la paz y nunca falta el amor.

De la mano del Santo Padre todo es posible, si se posee una conexión espiritual genuina y auténtica con el poder de Dios en la casa nunca faltará el amor, el respeto, la equidad, la solidaridad y la comunicación, principios básicos sustentados en el mensaje del jefe supremo de la humanidad.

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