¿Quién Es El Dios Verdadero?
El hombre por años y en diferentes culturas han adorado dioses inexistentes, olvidando los designios del Dios que nos creó. Desde este punto, nos atrevemos a justificar una serie de preguntas que nos conducirán a una idea central, o a la verdad que nos permitirá vivir en Cristo y su palabra de un modo más evocador y sin renegar de su presencia en nuestros corazones ¿Quién es el Dios verdadero? Nos preguntamos. Y aquí les respondemos.
El verdadero nombre de Dios

Primeramente, debemos objetarnos y dilucidar ¿Cuál es el verdadero nombre de Dios? ¿Cómo llamarle?
En las sagradas escrituras hay muchas formas de nombrar a nuestro Señor: Dios Todopoderoso”, “Altísimo”, “Magnífico Creador”, “Magnífico Instructor”, “Señor Soberano” y “Rey de la eternidad”. Pero, un solo nombre se repite siente mil veces en las Sagradas Escrituras y según expertos era escrito con cuatro consonantes YHWH, y aunque no pueden asegurarlo, ellos estiman que su pronunciación era Yahvé. Mientras que para el español se adoptó la forma Jehová, el cual en muchos idiomas ha tenido gran aceptación. Y por tanto, ahora, le conocemos de esta manera.
En ese contexto vemos aquél diálogo en el que Dios se le presentó a Moisés y le dijo: “Esto es lo que habrás de decir a los hijos de Israel: ‘Jehová el Dios de sus antepasados, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes’. Este es mi nombre hasta tiempo indefinido, y este es la memoria de mí a generación tras generación” (Éxodo 3:15). Es entonces esta la forma en que llamaremos a Dios, según sus propios designios. Un nombre que lo define en toda su grandeza.
Jehova es un verbo hebreo que se traduce en “llegar a ser”. Lo que nos define que es sólo Él capaz de hacer para “Llegar a ser”. Por consiguiente un Dios de propósito. El único que puede realizar y lograr todo lo que se propone, algo que el hombre no puede obtener.
En esa misma línea, nos encontramos con el siguiente versículo “Ahora escuchen, ustedes que dicen “Hoy o mañana iremos a tal ciudad y allí pasaremos un año, haremos negocios y sacaremos ganancias”. 14 “cuando ustedes no saben qué será de su vida mañana.+ Porque son una neblina que aparece por un poco de tiempo y luego desaparece”. (Santiago 4:13, 14.). Por otro lado, hallamos que sólo Jehová puede decir: “Así resultará ser mi palabra que sale de mi boca [...,] tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado” (Isaías 55:11.).
Tenemos entonces una primera pregunta aclarada, y de éste modo podremos continuar hasta lograr el discernimiento.
Jehova es el único Dios verdadero
Como veníamos diciendo, el hombre por muchos años adoró a otros dioses, sin saber que había un único rey a quien debían toda la gloria. Encontramos en las Sagradas Escrituras que Él mismo determina que es uno solo cuando a Moisés envió a decirle a los israelitas que “Jehová nuestro Dios es un solo Jehová”. (Deuteronomio 6:4.). No hay otro a quién debamos adorar. No existe otro Padre creador, ni imagen que pueda suplantar el poder de nuestro querido Señor.
En ese orden de ideas, también nos encontramos con aquellas palabras que dijo Dios a Moisés a modo de advertencia: “No debes hacerte una imagen tallada ni una forma parecida a cosa alguna que esté en los cielos arriba o que esté en la tierra debajo o que esté en las aguas debajo de la tierra. No debes inclinarte ante ellas ni ser inducido a servirlas, porque yo Jehová tu Dios soy un Dios que exige devoción exclusiva” (Éxodo 20:2-5).
Dios es el creador del cielo y la tierra
El Dios verdadero es el creador, aquél que era fuerza, era todo, aun cuando no existía nada. Ningún otro pudo haber hecho semejante labor, para darle a sus hijos, también creación de Él, un lugar sobre el que tendría dominios. “Sólo tú eres el SEÑOR. Tú hiciste los cielos, los cielos de los cielos con todo su ejército, la tierra y todo lo que en ella hay, los mares y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todos ellos y el ejército de los cielos se postra ante ti”. (Nehemías 9:6).
En cuanto a esto, debemos tener claro, que Dios el dueño y único Ser con autoridad sobre todo lo que nos rodea. Es quien gobierna y administra los mares, los ríos, los cielos con sus aves, las montañas y sus árboles. Todo para que nosotros tengamos donde vivir y prevalecer según su voluntad. Esa esa su identidad, el Señor es creador por naturaleza. Un ente vivo en todo cuanto nos rodea.
Dios de poder verdadero
La primera manifestación que demuestra el gran Poder de nuestro Señor, es la creación. Porque aquello que era invisible, solo pudo ser vislumbrado a través de la proeza de Dios, de dar luz a lo que estaba sumido en la inexistencia. Nos encontramos en nuestra Biblia con versículo que nos revela con amplitud, cuan excelsa es la grandeza de Dios, y sólo podemos verlo en su obra. En Jeremías 32:17 vemos la siguiente expresión “¡Oh Señor Jehová! ¡He aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti!”.
A lo largo de los textos que componen nuestra Sagrada Biblia, hallamos muchísimas manifestaciones del gran poder de Dios. Una de esas es cuando Él liberó a Israel de las garras ignominiosas de Egipto, enfrentó al Faraón y le dijo con autoridad: “Pero te he dejado vivir por esta razón: para demostrarte mi poder y para que se proclame mi nombre por toda la tierra”. (Éxodo 9:16.). Porque es Él el único con tanta esplendidez como para enfrentar a todos los ejércitos que quieran dañar a su pueblo, o sobrepasar la línea de su autoridad divina.
Una vez más nos encontramos con la fortaleza de Dios para hacer de lo pequeño, las grandes cosas. Algo que es insuperable. Una fuerza divina que el hombre jamás podrá igualar. Para ahondar en esta conjetura tenemos este versículo mostrado en las Sagradas Escrituras “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible” (Mateo 19:26).
Entonces, no es Dios sólo único rey, único Ser supremo existente. Al único que le debemos la Gloria y en cuyo nombre debemos afianzar los pormenores. Al único que ensalzaremos. Porque es nuestro Padre salvador, el principio y el fin, alfa y omega. Además, es también creador. Su poder inmenso, tan inmenso como el universo, quizás mucho más que el universo que es infinito. Y sumado a esto es un Padre protector que con amor dirige a su pueblo a ser salvado del fuego eterno.
El Dios verdadero es el que se levanta en nuestros corazones, y que fue capaz de sacrificar a su único hijo para ver nuestros pecados borrados. El que con amor abre las puertas de su reino para todas las criaturas que habitan la tierra. Y su reino está lleno de su grandeza, de las proezas que no veremos si no seguimos su senda. La senda del Dios verdadero.
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