Salmos Para Orar En Cualquier Momento
Salmos para Orar en cualquier momento, que permiten a cualquier creyente para poder conectarse de forma directa con Dios. De la misma manera que lo hizo el escritor de estos salmos, el rey David, quien buscaba adorar al Padre tanto en los momentos buenos como en los malos.
Al hablar de los salmos que fueron escrito por David se debe saber que dichos textos funcionan como una oración, ya que al momento de escribirlos él hablaba con Dios de una forma directa, presentándole la situación que estaba viviendo, y lo que deseaba que hiciera Dios a su favor.
Los Salmos de la Biblia
Al leer el libro de los salmos que se encuentran en la Biblia se consiguen 150 oraciones, que fueron usadas por el pueblo hebreo para poder conectarse con Dios. El principal escritor de estas oraciones fue el cantor de Israel, es decir David, quien con su pasión plasmó sus experiencias vividas.
En estos salmos se muestran las emociones que sentía David, que pueden reflejar de forma genuina en este tiempo una conexión directa con Dios, ya que el autor de forma genuina se comunicaba con el Padre mostrando su alegría, molestia, esperanza o desesperación, que pudo vivir en los momentos que lo escribió
Salmos para Orar en cualquier momento
Cuando se desea aprender a orar se pueden usar el libro de los Salmos para ejercitarse, y de esa forma entonar esas palabras que en un momento determinado David escribió dirigiéndose a Dios, y que se convirtieron en cánticos espirituales que se conectan a la fuente celestial. A continuación algunos ejemplos de estos salmos para orar.
1. Salmos para Orar por Acción de Gracias
El día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con vigor en mi alma. Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, Porque han oído los dichos de tu boca. Y cantarán de los caminos de Jehová, porque la gloria de Jehová es grande.
Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos. Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos» (Salmos 138:1-8)
2. Salmos para Orar por la Bendición de Dios
El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.
Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia. Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras. Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más.
Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; Sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos.
Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad. Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová» (Salmos 103:1-22)
3. Salmos para Orar por la Misericordia de Dios
Ten misericordia de mí, oh Jehová; Porque a ti clamo todo el día. Alegra el alma de tu siervo, Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma. Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan.
Escucha, oh Jehová, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos. En el día de mi angustia te llamaré, porque tú me respondes. Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, Ni obras que igualen tus obras.
Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, Y glorificarán tu nombre. Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; Sólo tú eres Dios. Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre.
Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu nombre para siempre. Porque tu misericordia es grande para conmigo, y has librado mi alma de las profundidades del Seol. Oh Dios, los soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de violentos ha buscado mi vida, y no te pusieron delante de sí.
Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad, mírame, y ten misericordia de mí; Da tu poder a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva. Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste» (Salmos 86:1-17)
4. Salmos para Orar por la Salud
Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; mullirás toda su cama en su enfermedad. Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado. Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre? Y si vienen a verme, hablan mentira; Su corazón recoge para sí iniquidad, y al salir fuera la divulgan.
Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen; Contra mí piensan mal, diciendo de mí: Cosa pestilencial se ha apoderado de él; Y el que cayó en cama no volverá a levantarse. Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar.
Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar, Y les daré el pago. En esto conoceré que te he agradado, Que mi enemigo no se huelgue de mí. En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has hecho estar delante de ti para siempre. Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, Por los siglos de los siglos. Amén y Amén» (Salmos 41:1-13)
5. Salmos para Orar por la Justicia de Dios
Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos. Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios, el cual hizo los cielos y la tierra, El mar, y todo lo que en ellos hay; Que guarda verdad para siempre, Que hace justicia a los agraviados, Que da pan a los hambrientos.
Jehová liberta a los cautivos; Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos. Jehová guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los impíos trastorna. Reinará Jehová para siempre; Tu Dios, oh Sion, de generación en generación. Aleluya» (Salmos 146:1-10)
6. Salmos para Orar por la Prosperidad
Oh Jehová, ¿Qué es el hombre, para que en él pienses, O el hijo de hombre, para que lo estimes? El hombre es semejante a la vanidad; sus días son como la sombra que pasa. Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende; Toca los montes, y humeen. Despide relámpagos y disípalos, Envía tus saetas y túrbalos.
Envía tu mano desde lo alto; Redímeme, y sácame de las muchas aguas, De la mano de los hombres extraños, cuya boca habla vanidad, Y cuya diestra es diestra de mentira. Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo; Con salterio, con decacordio cantaré a ti.
Tú, el que da victoria a los reyes, El que rescata de maligna espada a David su siervo. Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños, cuya boca habla vanidad, y cuya diestra es diestra de mentira.
Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio; Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos; nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; No tengamos asalto, ni que hacer salida, Ni grito de alarma en nuestras plazas. Bienaventurado el pueblo que tiene esto; Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová» (Salmos 144:1-15)
Luego de ver estos ejemplos de salmos para orar, se pueden convertir en la guía de todos aquellos creyentes que están iniciando el camino de la oración, y aún aquellos que deseen conectarse con el Padre Celestial a través de estos cánticos de adoración que fueron escritas por el salmista David, para ello es importante conectarse con el Espíritu Santo quien le ayudará a realizar de forma correcta esta oración.
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