6 Cualidades De Un Verdadero Adorador De Dios

Adorar a Dios, más que predicar y cantar alabanzas, es una cualidad que desarrollan los cristianos caracterizada por venerar de forma natural al Señor, es decir, desde el corazón y sin ningún tipo de imposición, es algo mental plenamente voluntario.

La adoración por Dios se desarrolla en el corazón de cada seguidor, definiendo su forma de pensar y actuar de acuerdo a los mandamientos del Padre, teniéndolo presente en todas las actividades, admirándolo incluso sin decir ninguna palabra.

Aunque muchas veces la adoración es vinculada con algo netamente religioso de una iglesia, en la realidad no es del todo así. Una persona puede desarrollar esa condición sin estar relacionado directamente con una institución religiosa, sino que siente una unión personal y espiritual con Dios, siendo un devoto y admirador de corazón del Padre y/o el Hijo, pero no de su templo, reflejando realmente la adoración y separándolo de lo que puede ser fanatismo.

En este sentido, muchas personas suelen tener la duda sobre cómo ser un verdadero adorador de Dios y qué cualidades debe desarrollar para tener éxito y alabar al Señor de la mejor forma, sin embargo, él no quiere que simplemente lo admiren, sino que también vivan y sientan su verdad de forma sincera y no por miedo, imposición, religión o moda.

«Los que de verdad adoran a Dios, lo harán de una forma verdadera, de acuerdo al Espíritu de Dios, pues así lo desea el Padre para quienes lo adoran. Dios es Espíritu, por lo que los que lo adoren deben hacerlo conforme al Espíritu de Dios» (Juan 4:23-24).

Una verdadera adoración refleja intimidad y confianza plena en Dios, es el resultado de creer con el corazón y actuar de acuerdo a ello.

Índice

Cualidades de un verdadero adorador de DiosVerdadero adorador

1.- Obediente

Es obediente, una de las cualidades de que más admira Dios es la obediencia de los hombres, guiando sus acciones y pensamientos de acuerdo a los mandatos de Dios. De nada te servirá alabar a Dios si no cumples realmente sus principios y mandatos.

2.- Sincero

Es sincero, demostrando confianza plena en Dios y en su hijo, Jesús. Es importante entablar conversación con el Señor desde el corazón y sin mentir, él es omnipotente y conoce la realidad de todo lo que ocurre en tu entorno y en tu mente, por lo que al no ser sincero con el Padre generarás su molestia.

3.- Integro

Es integro, reflejando honradez, respeto, lealtad, disciplina y creencia plena en Dios. Ser integro es actuar de la forma correcta, a pesar de que quizás puedas tener más beneficios terrenales, haciéndolo de una forma que esté en contra de los principios del Señor. Solo el que actúe de buena fe, sea íntegro y justo podrá llegar al trono de Dios (Salmos 15).

4.- Creyente de corazón

Es creyente de corazón, sin fe no es posible acercarse a Dios ni ser de su agrado, el hombre debe creer de corazón para poder adorar al Señor y obtener la recompensa que desea (Hebreos 11:6).

5.- Humilde

Es humilde, pues solo actuando en armonía con las personas en tu entorno lograrás obtener ser escogido de Dios, demostrando amor fraternal, compasión entre hermanos, servicialidad, cooperación y todos los principios enseñados por Jesús en la tierra (Marcos 9:35; Colosenses 3:12; 1 Pedro 3:8).

6.- Vive en santidad

Es un hombre que vive en santidad, pues, para lograr ser un verdadero adorador y poder ver a Dios, es necesario buscar la santidad y la paz con todos los hombres (Hebreos 11:4).

Un adorador, más allá de buscar independencia de Dios, busca integrarse a él, entregándole de esta forma su cuerpo, su mente, su alma y su espíritu de forma genuina, para que estos estén al servicio y obra del Señor.

Integrarse a Dios es confiar plenamente en él y todas sus capacidades, que a pesar de atravesar por momentos difíciles no dejes de creer en él ni pongas en duda todo su poder y amor por ti, él realmente quiere que lo adores por encima de todas las cosas y así evaluar si eres digno de conocer su trono.

Aunque quizás parezca imposible desarrollar esas cualidades, con fe, humildad, obediencia e integridad verás que el Espíritu de Dios entrará en tu alma y te guiará por los mejores senderos, logrando ser una persona santa y libre de todo pensamiento maligno, logrando de esta forma ser un adorador de Dios y poder conversar íntimamente con él.

«Por Jesús el hombre ha logrado acercarse a Dios por medio de su fe, gozando de este modo de su favor, firmeza y la glorificación con la esperanza de lograr ser parte de la gloria de Dios» (Romanos 5:2).

¿Qué es un adorador de Dios?

Un adorador de Dios es una persona que ha logrado desarrollar con el Señor una comunicación interna, glorificando y alabando su divinidad. Para poder adorar al Padre debes hacerlo de corazón, permitiéndole a él que entre en tu alma y dirija tus acciones, haciéndose parte elemental de tu día a día y ofreciéndole de este modo tu vida como ofrenda para ser digno de su Espíritu.

Aunque según la biblia, en al Antiguo Testamento esta relación solo estaba permitida para personas calificadas como sacerdotes, gracias al sacrificio de Jesús en la tierra y su derramamiento de sangre, el hombre ha logrado traspasar esa barrera y alabar a Dios en su trono, siempre y cuando este tenga un alma fiel y obediente a su Evangelio y actúe de corazón y buena fe.

Adorar a Dios es una cualidad demostrada desde el corazón de forma sincera, un concepto que muchas veces se suele malinterpretar con la participación en actividades especiales como ceremonias, lo cual no refleja realmente el amor y confianza plena en el Padre.

Según Juan 4, un verdadero adorador debe hacerlo desde su espíritu, ya que este refleja la mente, el alma, el corazón y los deseos del hombre. Adorar a Dios desde el Espíritu es un acto sincero e intangible, pero con un gran poder que ayuda a reforzar la relación con el Padre, logrando su agrado y un entendimiento especial él.

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